lunes, 19 de mayo de 2014

¿DE QUE TIENES MIEDO?



¿DE QUE TIENES MIEDO? ¿Lo has pensado alguna vez? El miedo es una cadena mental que nos impide avanzar, se aferra a nosotros como una piedra enorme atada al pie, que no nos deja crecer, lanzarnos, soñar.

Surge ante lo desconocido, a veces de la nada, en muchas ocasiones aparece después de haber vivido experiencias difíciles, pero también nos agarra porque se lo permitimos, al escuchar lo que otros nos dicen o al dejarnos llevar por aquello de lo cual ni siquiera somos testigos.

Hay quienes tienen miedo de volver a amar, después de haber sufrido por amor; otros confiar o abrir el corazón, porque quizás alguna vez lo hicieron y fueron defraudados o traicionados; de igual forma existen los que temen emprender en algún proyecto o soñar, tal vez porque fracasaron en algo que se habían propuesto o les fueron truncados sus sueños.

Pero el miedo es irreal, nosotros mismos le damos vida y permitimos que exista dentro de nuestro ser, por ello nadie más nos lo puede quitar, solo hay que enfrentarlo, mirarlo a los ojos, vencerlo, superarlo, decirle que haga lo que haga no nos puede ganar. Porque sino lo intentamos de nuevo, nunca sabremos si lo podremos realmente lograr; sino nos damos la oportunidad de amar y sentirnos amados, le estaremos cerrando las puertas al amor y quizás nunca lo podamos encontrar.

El miedo manipula nuestros pensamientos y sentimientos; nos hace ver todo oscuro, nos cierra todas las puertas, nos ata de manos y pies, encadena nuestra mente, no nos deja soñar, seguir, ganar.

El miedo se hace grande o pequeño, según la importancia que le demos; entre menos le enfrentemos, más vida y fuerza le daremos, por ello, hay que aprender a descubrir en cada nuevo día, otra oportunidad que se nos da, para intentarlo de nuevo, abrir el corazón, construir una amistad, pero sobre todo, para volver creer y a soñar.

Sentir miedo es como experimentar que estamos caminando por un sendero oscuro que no sabemos a dónde nos va a llevar, en el cual podremos encontrar obstáculos, espinas, tropiezos, caídas, fracasos, heridas, pérdidas las cuales no queremos hallar, por ello, encendamos la luz, y el miedo se irá, todo se verá mejor y sabremos que en nuestro peregrinar por la vida, no estamos solos, Dios siempre a nuestro lado está, nos muestra el camino, sana las heridas, revive nuestros sueños e ilusiones, le da un nuevo sentido a cada día. Por ello repito una y otra vez: "Si Dios está conmigo, ¿a quién o qué temeré?”

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