viernes, 12 de octubre de 2018

FUERTES DE LORETO Y GUADALUPE




El 5 de Mayo de 1862, en las cercanías de la ciudad de Puebla, se dio el combate entre los ejércitos de la República Mexicana, conocida como la batalla de Puebla. El ejército mexicano dirigido por Ignacio Zaragoza, enfrentado al Segundo Imperio Francés dirigido por Charles Ferdinand Latrille, resultando una importante victoria para los mexicanos, ya que lograron vencer a uno de los más experimentados ejércitos y respetados de la época, teniendo una fuerza humana muy menor.

A pesar del éxito, la batalla de Puebla no impidió la invasión del país, pero fue sumamente importante debido a la primera batalla de una guerra que México ganó. Un año después, regresaron los franceses originando una segunda batalla en Puebla, enfrentándose 35 mil franceses contra 29 mil mexicanos, batalla que duró alrededor de 62 días, lo que dio origen al segundo imperio mexicano. En 1867, los franceses se retiraron del país, ante la incapacidad de formar un imperio y luego de perder 11 mil hombres por la guerra que nunca paró.

El 5 de mayo, los franceses aparecieron en el horizonte, cruzando fuego con las guerrillas de caballería. La batalla se inició anunciándose con un cañonazo desde el Fuerte de Guadalupe y por los repiques de las campanas de la ciudad. Los conservadores Almonte y Antonio de Haro y Tamariz, que acompañaban a los franceses, habían sugerido que el ataque se dirigiera a las inmediaciones del ex Convento del Carmen, donde los mexicanos contaban con la ventaja. El sexto Batallón de la Guardia Nacional del Estado de Puebla, bajo el mando del Coronel Juan Nepomuceno Méndez, fue el primer cuerpo del Ejército de Oriente en hacer frente a los franceses. Zaragoza hizo avanzar a las fuerzas de Berriozábal situándolas rápidamente entre la hondonada que separa a Loreto y Guadalupe.
La línea de batalla mexicana formó un ángulo que se extendió desde Guadalupe hasta un sitio conocido como Plaza de Román, frente a las posiciones enemigas. La derecha de la línea de batalla mexicana la cerró Porfirio Díaz, los franceses continuaron su avance, colocando sus baterías frente a Guadalupe, devolviendo el fuego a los mexicanos proveniente de esa posición.
Los franceses, apoyados por los primeros y segundos Regimientos de Infantería de Marina, se abalanzaron sobre el resto de la línea mexicana, siendo rechazada en Guadalupe y Loreto. En ese momento, el coronel mexicano José Rojo avisó a Antonio Álvarez que era tiempo de que la caballería mexicana actuara para alcanzar la victoria completa.



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