Muchas personas no creen en
los fantasmas, los espíritus, los duendes, los aparecidos, los conejos de aire
que son muy comunes acá en el estado de Morelos, muchos dicen que todo se debe
a una mente muy calenturienta, que son invenciones para pasar el rato y todo
esto porque se niegan a creer en lo que a mí me ha pasado.
Hay lugares de fama como la
barranca de Xochiatlaco, la cañada de San Jerónimo, donde habitó un monje, la
cañada de la cueva de la concha, el lugar conocido como la barranca del gallo,
la ladera de Cuicuitzcatlán, en el pedregal al pie del cerro de la corona o
simplemente la cañada del tepozteco, donde se oyen niños jugando, arrojando
piedras o en ocasiones tocando su tambor.
Esto último lo sostengo por
experiencia propia, así como los conejos de aire que a cuatro metros de
distancia se les dispara y solo salta a un metro y empieza a limpiarse las
orejas con las patas delanteras, o bien se les dispara al conejo, salta y
cuando se va a levantar ahí está una serpiente.
En una ocasión, esto sucedió
durante una de mis cacerías por las barrancas de Tepoztlán, iba yo acompañado
con un amigo y como a las doce de la noche llegamos a un paraje llamado: “Los
Pilares” vimos en un claro a un venado que nos observaba a corta distancia, le
dispare con mi escopeta cuata y vi claramente como los ojos se le desprendían,
y siguieron de un lado a otro en forma lenta como si fueran luciérnagas, a la
vez que parte del cerro se desgajaba.
Ya no quisimos movernos del
lugar y ahí pasamos el resto de la noche, cuando amaneció vimos que el cerro
estaba completo, ninguna hierba había sido aplastada, y cuando nos acercamos a
donde estaba el venado, no había cadáver del animal, y en el suelo no había
ninguna huella de sus pezuñas.
Regresamos a casa sin haber
cazado nada y ya nos esperaba mi tía Remedios, me preguntó por las piezas
cazadas y al contarle lo que nos pasó en “Los Pilares” lo único que me dijo
fue:
-Eso sobrino es “El Chichtli”
un ser sobrenatural que vaga sin cesar y que cuando se apodera de un ser
viviente, hace que este humano o animal haga cosas que no se pueden explicar-
Se los cuento, porque necesito
que ustedes lleguen a creer en los espantos.
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