viernes, 11 de octubre de 2019

EL JINETE SIN CABEZA




El jinete sin cabeza trata acerca de un hombre que acostumbraba visitar la cantina del pueblo.

Un día aquel hombre se vio en una situación muy difícil en la que tenía que llevar al medio a su hijo que se encontraba muy enfermo, así que como de costumbre, llego a la cantina, pero en esta ocasión en vez de pedir algo al cantinero, les intento pedir prestado a sus amigos, porque tenía que juntar dinero para poderlo llevar al médico. Los “amigos” en vez de apoyarlo, decidieron jugarle una broma, diciéndole: Se cuenta que en la colina hay un caballo negro y que el que sea capaz de domarlo, el caballo en recompensa lo llevara a una cueva, repleta de oro, donde habitaba su anterior amo y de esa manera puedes tomar lo que quieras para tu hijo enfermo.

Evidentemente, esto era puro cuento, era una broma de mal gusto simplemente. A pesar de ello el hombre en su desesperación, se fue corriendo a la colina donde habitaba aquel caballo, el hombre subió a la rama de un árbol y cuando el caballo paso, este se dejó caer encima de él, peor aquel caballo relinchando y reparando hizo que la cabeza del hombre quedara colgando sobre la misma rama, la sangre cayó sobre el caballo, cubriendo sus ojos, acto seguido, el animal comenzó a correr sin poder ver, llevando consigo el cuerpo del hombre, iba a todo galope, hasta que cayó por el desfiladero, muriendo los dos. Entre el caballo y el hombre quedo un lazo de sangre y muerte, al mismo tiempo. No se pudo distinguir uno del otro.

Con la sangre de aquel jinete sin cabeza, se formó lo que pareciera un rio de sangre y a través de las grietas secas de la tierra fue que se absorbía la sangre que además formaba burbujas, de pronto, inexplicablemente comenzó a arder y curiosamente ambos cuerpos desaparecieron, parecía como si la tierra se los hubiese tragado.

Los amigos de la cantina, tras enterarse de lo sucedido, decidieron jamás contarle a nadie que fue idea de ellos, sin embargo, a partir de ahí, cada día al salir el sol, encontraban sobre la puerta, la marca de una herradura, como la que se genera al poner la herradura al rojo vivo.

Después de pasar 7 días, entre la colina se empezaba a escuchar un eco proveniente de lo que al parecer era el galope lento de los cascos de un caballo, los amigos de la cantina vieron a lo lejos una inmensa bola de fuego, provocando un miedo intenso entre ellos, por lo que decidieron refugiarse entre sus casas.

La gente curiosa que miraba por alguna grieta de sus hogares, vieron un muy grande caballo negro, que de sus patas salían unas llamas de fuego y cuando este exhalaba, también salía fuego. Sobre el un jinete sin cabeza al que obedecía el caballo, de pronto vieron como el jinete sin cabeza y su caballo, se iban acercando a las puertas marcadas con la herradura.

De pronto veían como salía de dichas casas, con la cabeza en la mano de sus víctimas, dándoselas de comer al caballo, únicamente quedaban los cuerpos totalmente calcinados de aquellos amigos bromistas.

Después de este acontecimiento, se rumora que: quienes no tengan la intención sincera de ayudar al prójimo necesitado. El jinete sin cabeza los decapitara, dejando su cuerpo hecho cenizas por el fuego infernal que sale de aquel enorme caballo negro que obedece las ordenes de su amo.


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