lunes, 21 de septiembre de 2015

HUAY PEK



En el poblado de Ticul, Yucatán, vivía, a finales del siglo XVII, un curandero que se llamaba Juan Moo.

Este brujo tenía la capacidad de transformarse en Huay Pek, el Perro Brujo.

Dicho curandero se destacaba por su poderosa personalidad y se le conocía como unos de los más acertados médicos populares, a quien llamaban de Campeche y de Quintana Roo, por su extendida fama.

Juan Moo era muy respetado entre la población, aun cuando las autoridades eclesiásticos no le aceptaban y lo tildaban de pagano.

Quién sabe porqué no le había arrestado la Santa Inquisición.

Cuando llevaba a cabo sus trabajos de magia blanca, se convertía en un grandísimo perro negro.

Como los españoles eran un poco incrédulos, un día el coronel Bixente Almazán Guardiola acompañado por otros militares, decidió vigilar a Juan Moo desde una casa situada en una calle cercana al cementerio.

Pasadas tres noches, vieron a un perro grande, y el coronel sacó su arma para espantarlo, pues no creyó que fuese el Huay Pek; al darse cuenta el animal, le vio con sus ojazos rojos, dio un espeluznante aullido y se lanzó sobre el hombre, quien se fue para atrás y soltó su arma, temeroso de emplearla ante tal ser demoníaco.

Los demás militares se asustaron y se escondieron bajo la ventana, se persignaron y rezaron. Al día siguiente, el coronel Almazán le platicó a todo el mundo la aventura que había tenido con el temido Huay Pek, al que había visto y se había convencido de su existencia.

Huay Pek sigue viviendo hasta nuestros días. En el estado de Yucatán se tiene la creencia de que existen no sólo un brujo nahual, sino muchos de ellos que afectan a las personas y a los animales con sus malas acciones.

Una noticia aparecida recientemente en Radio Mayab TV cuenta que en el poblado de Tzucacab los Vecinos de varias colonias de este poblado sureño aseguran que en las noches deambula por las calles un extraño ser que semeja un can grande de color negro que camina sobre sus patas traseras.

Una ola de pánico y terror invade a los vecinos de las colonias "Guadalupe", "Miguel Hidalgo", "San Esteban" y "Tres Reyes", de este poblado sureño, debido a los rumores que circulan en el sentido de que un extraño ser grande, de color negro, recorre las calles en las noches y a su paso aúllan los perros.

Debido a lo anterior, después de las 10 de la noche la gente se refugia en sus viviendas y no sale para nada, pues se dice que se trata de un "huay pek" brujo perro,  temen ser agredidos por dicho ente  y afirman que cuando éste camina por las calles, los canes domésticos ladran desesperados.

Algunos vecinos aseguran haberlo visto desde la ventana de sus moradas y dicen que se trata de una especie de perro grande, que en ocasiones camina parado sobre sus patas traseras e incluso, un sujeto que se arriesgó a salir y seguirlo de lejos, asegura que lo vio aullar como si fuera un humano.




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