En el Panteón Hidalgo de
Tepic, Nayarit, existe una capilla dedicada a Nuestra Señora del Refugio. En el
lado derecho de dicha capilla se puede ver una piedra de forma circular que
pesa media tonelada y tiene de diámetro un metro. En ella se puede ver letras
de metal incrustadas en ella que forman la palabra “¡Madre!” La gran piedra
estuvo mucho tiempo desaparecida, ya que quedó sepultada en los escombros de la
capilla, antes de que fuera restaurada y que el paso del tiempo la ocultara.
Obviamente, la misteriosa
piedra ha dado lugar a dos interesantes leyendas. Una de ellas nos relata que
hace ya mucho tiempo vivió una mujer que tenía una hija. El comportamiento de
la niña era muy difícil y no destacaba por ser obediente con su madre. Todo lo
contrario, era una niña muy desobediente. La madre, para lograr ser obedecida,
le decía a la pequeña: – ¡Si no te portas bien y obedeces, te vas a convertir
en piedra!
Cierto día en que fueron
ambas a la capilla del panteón de la ciudad, al entrar por la puerta principal
la señora le advirtió a su hija que se portara bien y que no corriera. Pero la
niña, en cuanto puso un pie dentro del panteón empezó a correr como loca. La
madre se puso a correr tras ella, y en el transcurso de su carrera hasta la
capilla, la infanta se convirtió en piedra, tal como la madre la había
amenazado. No se sabe quién puso el famoso letrero de las letras metálicas. Tal
vez el fantasma de la hija desobediente.
Otra leyenda relativa a la
piedra narra que muchas personas iban, y aún van, en peregrinación al santuario
de Talpa. En una ocasión entre los peregrinos iba una familia integrada por la
madre, el padre y dos hijas y un hijo varón. Cuando empezaron la manda a pie,
todos iban alegres y felices hacia su destino en Talpa. Pero conforme fueron
pasando los días, la señora se molestaba de cualquier cosa y estaba muy
irritable por el cansancio que tenía de tanto caminar. Entonces renegaba y
decía que estaba absolutamente arrepentida de haberse unido a la peregrinación.
Estaba muy cansada y picada por los insectos. Blasfemaba e insultaba a los
otros peregrinos constantemente. Incluso llegó a insultar a la Virgen de Talpa
y decidió no continuar con los peregrinos, aunque ya solamente faltaban tres
días para llegar.
Por su conducta tan blasfema
e irrespetuosa la Virgen la convirtió en la famosa piedra de la Capilla, como
castigo a su irreverente comportamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario