jueves, 9 de noviembre de 2017

LOS CERROS ENAMORADOS

En la ciudad de Zamora, Michoacán, existen dos cerros muy famosos: La Beata y Patamban. La Beata se encuentra situada en el oriente de la ciudad y mide 2,520 metros de altura. De estos dos cerros se cuenta una hermosa leyenda. Hace ya muchos siglos el Cerro de Patamban, Keri Huata, se enamoró de La Beata. Pero era pobre y sin alcurnia, aunque muy bueno de corazón y trabajador. Todas las personas querían a Keri Huata y le respetaban mucho, y las mujeres, jóvenes o viejas, estaban enamoradas de él, y trataban de `provocar su interés de mil formas. Sin embargo, Keri Huata no les hacía caso a ninguna de las mujeres que le coqueteaban, pues su arrobamiento por la Beata era profundo y si amor inmovible.

Siempre estaba pensando en ella. Cuando se encontraba trabajando en el campo, miraba hacia la morada de su amada con el fin de verla, cuando lo lograba y sus miradas se encontraban era el hombre más feliz sobre la Tierra, pues comprendía que su amor era ampliamente correspondido.

Entonces, un día La Beata y Keri Huata se hicieron novios, porque la declaración del cerro de Patamban fue tan calurosa y sincera que la bella no pudo resistirle cuando él le dijo los hermosa que era y lo magnificente de la naturaleza que era su morada. Ella también lo amaba de todo corazón por su belleza natural. La Beata quedó embelesada al escuchar las palabras de su enamorado. Toda la naturaleza y los cerros aledaños estaban felices por esos amores entre dos cerros tan majestuosos y bellos, y veían con beneplácito tan rotundos quereres. Los habitantes de la zona estaban igualmente contentos ante tanto cariño de los dos cerros.

Para sellar su compromiso Keri Huata creó un hermoso manantial, y se lo obsequió a La Beata. Dicho manantial lleva el nombre de Lago de Camecuaro. Cuando el novio regresó a sus lares, sus amigos y los animales del bosque lo felicitaron por tener una novia tan bella y majestuosa.

El Cerro de la Marihuata, Las Tres Marías, sito frente al Cerro Keri Huata, le envió a La Beata un regalo consistente en cuatrocientos encinos, más cuatrocientos tukuses, y cuatrocientos cazahuates. Y el Cerro del Tuerto que se encuentra cerca del pueblo de Ocumicho, abrazó con efusión a su amigo Patamban, y hasta el Cerro de San Ignacio, siempre tan circunspecto y serio, le envió una sonrisa y un saludo.

Todo iba muy bien en el noviazgo, y todos comprendían que culminaría en un buen matrimonio que procreara muchos hijos.

Sin embargo, un cerro llamado Cerro Coco, chaparro, malvado y mujeriego, se puso muy celoso de tales amoríos, pues amaba a La Beata, pegó de saltos de la rabia y provocó temblores. Entonces decidió ir a ver a su tío el Popocatépetl para que lo aconsejara en lo que debía de hacer. El tío le aconsejó que la enamorara a base de darle regalos y decirle palabras amorosas. Y que incluso le escribiese poemas. Pero fracasó en su intento, pues La Beata lo rechazó rotundamente. Después de una gran pelea entre los cerros rivales, por fin los enamorados contrajeron matrimonio, y vivieron muy felices con sus hijos los cerritos. Cerro Coco ya no podía molestarlos más.

No hay comentarios: