Desde la más remota antigüedad, los Yaquis fueron
admiradores de la naturaleza, en todas sus manifestaciones.
Los antiguos Yaquis creían que, en algún momento
indefinido del tiempo, había sido creado por San Tuk Séenu, el primer hombre.
Según sus creencias, San Tuk Séenu hizo surgir en
el cielo al astro rey, a la luna y las estrellas.
El que dijo: De noche también habrá luz y
movimiento en los cielos.
Así mismo creó el mundo y los animales.
Un día San Tuk Séenu murió y su último quejido se
convirtió en el trueno.
Su último respiro, se transformó en el viento.
Sus cabellos, se convirtieron en montes y bosques.
Sus venas, se convirtieron en los causes de los
ríos.
Su sangre, se convirtió en vino y también en agua
que corre por los ríos.
A la vez, su cuerpo, se había convertido en la
tierra misma.
Según los antiguos Yaquis, tal era la forma en que
se había creado el planeta en que vivimos.
En su fascinante teoría, supone que fueron
visitantes extraterrestres, los primeros pobladores del planeta; lo cual
implica que formas inteligentes y superiores llegaron a la tierra en naves
espaciales provenientes de un sistema solar o galaxia distinta y lejana a nosotros.
Entonces se aparecen aquí, creando al Homo-Sapiens.
1 comentario:
Hola, buenas tardes.
Me gusto mucho su artículo, me gustaria saber como puedo encontrar mas información al respecto, gracias!
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