Cuentan nuestros
ancestros mazatecos de Oaxaca que la Tierra es plana como una mesa y se
encuentra sostenida por cuatro “posteles” postes, clavados en el agua. Más allá
del agua se encuentra el Mar Sagrado. Cuando se produce un temblor, se debe a
que el agua se mueve; cuando tiembla en la noche, es señal de que va a llover,
pero si tiemble en el día es porque va a haber mucho calor.
Debajo de la Tierra
moran unos hombres chiquitos y negros porque cuando pasa el Sol los requema, ya
que siempre están desnudos; su pelo es chino y muy negro. Estos seres reciben
el nombre de gran. Los gran son muy ricos, pues cuando pasa el Sol derrama oro
en su recorrido.
A la Tierra la encierra
el Cielo, que es como un globo o como una bola de cristal. La Tierra cuenta con
dos aberturas por las que entran y salen el Sol y la Luna. Por un lado de la
Tierra sale el Sol, ahí se encuentra todo lo bueno; y por el otro, su opuesto,
se oculta, ahí se encuentra todo lo malo. En este lado vive Chad-Nai, el Espíritu
Malo, El Maligno. No se sabe qué existe a los lados de la Tierra. El Sol sale
por occidente, allí nacen las horas y los días; cuando el Sol se oculta llega
la noche y todas las personas deben permanecer en sus casas, sobre todo los
niños, pues es cuando los espíritus aberrantes están sueltos y producen daños.
Las Estrellas están
regadas por el Cielo, son lucecitas, velas encendidas de los difuntos que han
muerto hace muchos años; o florecitas que adornan el altar del Padre Eterno, el
Sol, llamado Nai Tsuit, Padre Luz Resplandeciente. Él vigila y juzga los
delitos y pecados que se cometen en la Tierra, y en tal vigilancia le ayuda la
Luna. La luna se llama Nai’tza, es un dios, es el Padre Segundo, y es mucho
menos resplandeciente que el Sol. En la Luna se puede ver a un conejo que huyó
de la Tierra. El Sol y la Luna son hermanos, el primero es el hermano mayor;
ellos robaron la luz a una vieja bruja que la escondía bajo una piedra dentro
de agua. Cuando robaron la luz, el Sol y la Luna huyeron al Cielo para que
nunca volviera a caer en malas manos.
El Arco Iris se llama
Yaa, es una bella serpiente. Yaa sabe cuándo va a llover y cuándo la lluvia no
quiere parar. Es como un tubo por donde entra el agua de la lluvia y luego cae
en el mar. Los antiguos cuentan que Yaa fue una hermosa muchacha que salió a
pasear al campo y se perdió. Los colores del Arco Iris son las franjas
coloridas de su huipil.
También se dice que la
Tierra está sostenida por un hombro de la Virgen Isabel. Cuando se cansa de
sostenerla, se la pasa al otro hombro, razón por la cual se producen los
temblores. Encima de la Tierra se encuentran las estrellas. Son como el Sol
pero pequeñitas, y están subordinadas a él, trabajan para él. Entre las
estrellas sobresale el Lucero de la Mañana, que era una niña huérfana que vivía
con una tía que la maltrataba mucho. Cansada del maltrato, un día huyó y se
subió al Cielo, de donde vino el Lucero de la Mañana.
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