Es durante la etapa arcaica aproximadamente. Desde 8000 a.C. al
1500 d.C. que debió de haberse presentado el origen histórico de la cultura
Cahíta, en la extensión territorial que actualmente ocupan, procedente s de la
región oriental de Asia.
Consideramos que los petroglifos como los de Tehuelibampo,
Municipio de Navojoa; el veranito Municipio de Álamos, anterior a los
pictogramas que nos pueden llevar a una identificación de etnia y afirmar que
los Cahítas son una de las primeras ramas de los Nahuas en desprenderse hacia
el sur, o bien, un grupo muy antiguo no identificado, que en los movimientos
migratorios se habían establecido en la región y que grupos culturales más
avanzados los sometieron y obligaron a modificar sus costumbres, idioma etc.
El Yoreme Cahíta forma una cultura nacida del carrizo,
tierra, mezquite, agua, pitahaya, venado y sol. En la antigüedad dominaban el
actual noroccidente de México.
Los principales grupos Cahítas son: los
Yaquis, Mayos, Tepahe, Conicari, Guarijío, Macoyahui y Basiroa.
La flora u la fauna que rodea al grupo Cahíta le servía para
satisfacer sus necesidades. Dentro de los aspectos socioeconómicos tenemos la
nula existencia de las clases sociales y de la propiedad privada, lo que
encontramos es una división natural del trabajo y la existencia de ciertos
rasgos distintivos de acuerdo a cada papel que desempeñaba cada miembro de la
tribu; protección, organización y satisfacción de las necesidades sociales.
Principal, guerrero, recolector,
cazador, etc. Esto
dependía de su capacidad física mental.
Practicaban una rudimentaria agricultura, predominando el cultivo
del frijol, calabaza y maíz, suficiente para provocar el inicio del
sedentarismo. Así también la recolección realizada por los niños y mujeres en
la zona costera era muy común.
Los productos obtenidos de sus cacerías utilizando el arco y las
flechas de carrizo con punta de obsidiana proveían al organismo de la energía
para fortalecerlo y unificar a la comunidad. La caza era principalmente de
venado, que constituía todo un ritual sagrado, transmitido de generación en
generación que les ha permitido su conservación biológica y social.
La forma de normar la vida de los Cahítas no se encontraban en
códices, eran principios normativos consuetudinarios, donde el más anciano de
la tribu era el que tomaba las decisiones, si éste no podía resolver se
analizaba en le consejo de ancianos o la asamblea del pueblo.
Su religión era de tipo politeísta, animista y totémica, Creían en le venado, la víbora,
el coyote, el sol, la luna, etc. En sus ceremonias religiosas siempre
estuvieron presentes las danzas del
venado, coyote, triunfo de guerra, donde el Cahíta ríe, grita, se burla durante
todo el día y la noche, mostrando las máscaras y pinturas elaboradas por
ellos mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario