El Cerro
Culiacán, llamado Teoculhuacan Chicomoxtoc Aztlan en la antigüedad, tiene con
una altura de dos mil ochocientos treinta metros, donde se localizan ciertos
vestigios arqueológicos, y lugares de gran belleza que poseen sus nombres
propios.
Esta singular
y mítica montaña, cuenta con una leyenda que afirma que en dicho lugar se
encuentra escondido el tesoro del valiente guerrillero Albino García Ramos,
obtenido en saqueos efectuados sobre todo en los estados de Zacatecas y
Guanajuato.
Los
botines los escondía en ciertas grutas del cerro que solamente él
conocía. Se dice que para descubrir dónde está oculto el famoso tesoro, se
deben reunir todas las partes de su cuerpo y llevarlas a una gruta para
sepultarlo, entonces se sabrá cuál es la gruta en la que se encuentra el botín.
Albino García nació en Cerro Blanco, una hacienda de Salamanca del estado de Guanajuato, un 8 de marzo de 1774.
Fue
dirigente insurgente en la región del Bajío en los años 1810 y 1812.
Le
apodaban El Manco García debido a que en su juventud se lastimó un brazo al
caer de un accidente y no le funcionaba.
Peleó en
la Guerra de Independencia al mando de Miguel Hidalgo y Costilla en las
campañas de la zona del Bajío.
En 1812,
las fuerzas realistas de Alejo García Conde y de Agustín de Iturbide lo
atraparon, junto con ciento treinta insurgentes.
Lo
fusilaron en Celaya y descuartizaron su cadáver: su cabeza se colocó en la
calle de San Juan de Dios, una mano se llevó al Cerro de San Miguel en
Guanajuato, y la otra, la inservible, a Salamanca, donde fue colgada de un poste.
Su
cuerpo quedó insepulto por ocho años, y cuando la guerra dio término, su cabeza
la colocó el arquitecto Francisco Eduardo Tres guerras en un nicho del osario
de la iglesia de Celaya.
Actualmente,
no se sabe dónde se encuentran sus despojos, ya que fueron robados hace ya
mucho tiempo.
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