En el estado norteño de Chihuahua la
tradición oral nos refiere una leyenda muy dramática que se ha trasmitido de
boca en boca desde hace muchos años.
En dicha ciudad existe una calle algo
apartada del centro, donde se encuentra una tienda que vende trajes de novia.
La tienda cuenta con un gran escaparate
donde se exhiben algunos trajes, y en el centro del mismo se encuentra un
maniquí que representa a una joven muy bella que luce un traje
especialmente hermoso.
El maniquí es una obra de arte, tanta es
su semejanza a una joven y su realismo es tanto que los habitantes de la ciudad
le han puesto el nombre de La Chonita.
La tienda pertenece a una viuda, doña Raquel, que vivía muy feliz con su joven hija de diez y ocho años, ambas ocupaban la parte de arriba de la tienda, donde se encontraba la casa habitación.
Todo marchaba de maravilla para las
dos mujeres, la tienda daba lo suficiente para vivir confortablemente y sin
preocupaciones económicas.
Sin embargo, un triste acontecimiento
puso fin a tanta felicidad, pues un buen día la hija empezó a presentar
síntomas de una extraña enfermedad.
Doña Raquel llevó a su hija con muchos
médicos de la ciudad sin ningún resultado positivo, incluso viajaron a la
ciudad de México, pero todo fue inútil, la enfermedad siguió avanzando, hasta
que llegó el día en que la joven murió.
La madre, desconsolada por la pérdida
de su hija, lloró mucho. En su dolor tuvo una idea.
La sufrida dama decidió embalsamar a
su hija, vestirla con un magnífico traje de novia y exhibirla en el centro del
escaparate a fin de que todas las personas pudieran admirar la inmaculada
belleza de la criatura.
Desde entonces, corre de boca en boca
y en todos los ámbitos la creencia de que el maniquí central de la tienda de
vestidos de novia, no es sino la Chonita, la hermosa joven que muriera en la
flor de la edad.
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