Había
una vez un señor que se enamoro de una muchacha muy bonita, pero cierto día
el señor se fue a tomar cervezas con sus compadres y le dijeron que su
novia era una bruja y que en la noche se convertía en cualquier animal.
También
le aconsejaron que en la noche la espiara para comprobar que era cierto.
El señor
la espió en la noche pero el sueño lo vencía y se quedaba dormido. Entonces el
señor fue a ver a una señora que era bruja.
Ella le
dijo que para ver a su novia se pusiera un escapulario y que cuando la muchacha
se quitara su cuero de mujer, que al cuero le echara sal.
En la
noche el señor se puso un escapulario y cuando la muchacha se levanto la siguió
hasta un árbol de aguacate.
Ahí la
muchacha se quito el cuero de mujer y se convirtió en lechuza.
El señor
espero a que se fuera alejara.
Y cuando
se fue el animal, el señor le echo sal al cuero de mujer.
Cuando
la muchacha regresó y se puso el cuero de mujer la muchacha se revolcó y
lloraba del dolor.
SE
CUENTA QUE CUANDO LA GENTE PASA POR ESE LUGAR SE APARECE LA MUCHACHA
REVOLCANDOSE Y LLORANDO DEL DOLOR.
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