La Sallana es una leyenda
mexicana que proviene de la época colonial, y su origen está en la ciudad de
Villavicencio.
Allí vivía una mujer de
familia aristocrática, felizmente casada y con un hijo pequeño.
Si bien su vida era feliz,
esta mujer siempre estaba al tanto de lo que la gente comentaba de ella, ya que
le importaba mucho de “el qué dirán…”
Un día se enteró del rumor
que su marido la estaba engañando con su propia madre, y presa de los celos,
enloqueció de rabia e impotencia.
Antes de que alguien pudiera
hacer algo, mató a su hijo, decapitó a su marido que estaba durmiendo y luego
fue a la casa de su madre para acuchillarla y prender fuego la casa con su
progenitora aún dentro.
En los últimos minutos de
agonía, su madre le lanzó una maldición: “Tu nombre será Sallana, y vagarás por
los llanos asustando borrachos y chismosas”
A partir de ese momento
comienza esta leyenda de terror que afirma que a altas horas de las noches
suelen aparecerle a los borrachos, asustandolos con su risa infernal y
mostrándole su rostro cadavérico.
También suele presentarse
ante las mujeres chismosas, a las que persigue, recordando que todos sus
pesares provienen de las habladurías y de sus propios celos enfermizos.
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