Los kumiai, conocidos también como tipai-ipai, kamia o diegueños,
habitan en el noroeste de México, en el estado de Baja California.
Dentro de su tradición oral se encuentra una leyenda muy bella que se ha
transmitido de generación en generación hasta llegar hasta nuestros días. Dicha
leyenda nos cuenta que hace mucho tiempo vivía en el mar, hacia la parte del
Este de la península, una serpiente que se llamaba Maija Awi, Serpiente de Agua, magnífica sierpe poseedora de todos los
conocimientos del mundo. Dentro de ella se encontraban los bailes, los cantos,
la música, la cestería, la cerámica, y todo lo que hace falta para la
supervivencia de un pueblo; es decir su cultura y su cosmovisión.
Los indígenas que habitaban en Wikami, un importante poblado, la
esperaban con ansía para que les diera su sabiduría y conocimientos.
Cuando Maija Awi llegó, la obsequiaron con comida y bebida para les
enseñase a bailar y cantar. Sin embargo, los kumiai le dieron tanta comida que
la Serpiente del Agua engordó de manera extraordinaria.
Las personas de la comunidad al verla tan insaciable en sus apetitos,
tuvieron miedo de que se las comiera, y procedieron a quemarla.
Cuando se estaba quemando Maija Awi estalló y todos los conocimientos
que llevaba dentro se esparcieron por todos los pueblos que formaban la
comunidad kumiai, mismos que se beneficiaron con todo ese acervo cultural.
Desde entonces, la Serpiente de Agua fue venerada y adorada como
correspondía a tan gran dios y a tan grande dádiva, y se transformó en el
símbolo por excelencia de la cultura kumiai.
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