Este acontecido le pasó a un
señor que es mi vecino; me lo contó una noche de lluvia torrencial y de
pavorosos relámpagos.
Sucedió que un día, el señor
Josefo se puso muy grave, se estaba muriendo, lo tenían con suero y oxígeno
porque se estaba asfixiando.
El hijo mayor, Rodrigo,
desesperado, se fue a buscar un doctor hasta el Hospital de Jesús, el que está
en el Centro de la Ciudad de México, pues les quedaba cerca de la casa.
En un consultorio del
hospital vio a un médico, le expuso rápidamente la situación su y se lo llevó
con él a la casa, Dice que vio muy raro al doctor, así como muy pobre, muy
pálido; pero con tal de que aliviara a su papá eso no le importó.
Al llegar a la casa el
doctor vio el oxígeno y el suero que tenía puesto y dijo:
–Esto se lo quitan
inmediatamente; este señor se va a aliviar, pero quítenle eso, porque lo está
perjudicando.
La señora Ofelia, su esposa,
no se lo quería quitar. Entonces el doctor le dijo:
–Bueno, si quiere usted que
se cure, quítele eso; nada más denle la medicina, pero quítenle eso.
Le quitaron el oxígeno y el
suero. El doctor le tomó el pulso.
Una vez terminada la visita,
el mismo Rodrigo lo regresó al Hospital de Jesús. Inmediatamente, el señor
comenzó a mejorar.
A los dos días fueron a
buscar al doctor para que viniera a verlo otra vez y viera cómo había mejorado
el enfermo.
Pero en el consultorio se
encontraron a otro doctor distinto, a quien dieron las señas del médico que
buscaban. A lo que el galeno respondió:
–En este consultorio no hay
ningún otro doctor, aquí siempre he estado yo, no puede haber sido otro porque
este es mi consultorio.
Don Josefo se alivió. Hasta
la fecha vive, pero ellos, los familiares, se quedaron con la tentación y
volvieron al Hospital para hacer investigaciones con el director a quien le
dieron las señas del doctor.
Buscaron en los libros
antiguos del Hospital en donde estaban las fotos de los fundadores. Cuando los
estaban viendo, el hijo del don Josefo exclamó:
–¡Éste, éste es el doctor
que vino conmigo y estaba aquí en el consultorio!
Era una de los fundadores
que había muerto hacía mucho tiempo, en los tiempos de la Colonia.
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