Falda de Anciana o Ilancuéitl, fue una
hermosa mujer que gobernó a los mexicas. Nació en el año de 1299 y murió a los
48 años de edad.
Su padre fue Acolmiztli, Señor de Acolhuacán,
e hijo de Tlacatéotl y de Chalchiutoxochtzin. Muy jovencita contrajo matrimonio
con Acamapichtli, El que Empuña la Vara de Caña, el primer gobernante tenochca.
Su matrimonio fue impuesto por Cóxcox,
el gran tlatoani de Acolhuahcan por razones políticas. Juntos subieron al trono
en 1376. Acamapixtli había nacido en 1347 en la ciudad de Tenochtitlan, como
fruto de la unión entre Opochtli Iztahuatzin y Atotoztli, princesa de Culhuacan
e hija de Nauhyotl. De Acamapixtli descienden todos los otros tlatoanis que
gobernaron la Gran Tenochtitlan hasta la llegada de los conquistadores
hispanos.
Poco después de ser el huey tlatoani
de Tenochtitlan, Acamapixtli emprendió numerosas batallas contra los pueblos
aledaños con el fin de someterlos; por ejemplo, según queda asentado en el
Códice Mendocino, guerreó contra Xochimilco, Mixquic, Cuahunáhuac y Cuitláhuac.
Aparte de casarse con Ilancuéitl, tuvo
veinte mujeres más, escogidas entre las hijas de los nobles mexicas.
Para desgraciada de la reina no pudo
tener hijos con su esposo Acamapixtli debido a su esterilidad.
Esta incapacidad le ocasionó una
terrible depresión, y Ilancuéitl lloraba y se lamentaba todo el tiempo
caminando por los pasillos de palacio.
Por otra parte, los celos que sentía
hacia las concubinas de su esposo eran terribles, pues el tlatoani había
engendrado varios hijos con algunas de ellas.
En su desesperación por ser madre
pidió a su esposo que “…y fue que ya que el Señor de lo creado le
había privado del fruto de bendición, que para que aquel pueblo perdiese
aquella mala opinión que de infecunda de ella tenía, le concediera que aquellos
hijos que de las otras mujeres naciesen, que en naciendo ella los metería en su
seno y se acostaría fingiéndose parida, para que los que entrasen a visitarla
le diesen el parabién del parto y nuevo hijo”
El rey,
inclinado a su ruego, mandó que así se hiciese, y así en pariendo que paría
alguna de aquellas mujeres, acostábase ella en la cama y tomaba al niño en sus
brazos… recibiendo las gracias y dones de quienes la visitaban.
La pobre reina estéril Ilancuéitl
murió en el año de 1383 sin haber dado a luz nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario