jueves, 10 de diciembre de 2015

NIWAN PUKUJ



A Niwan Pukuj, un demonio personificación del mal que habita el Inframundo tojolabal, le gusta provocar enfermedades y hacer que las personas cometan terribles pecados, sobre todo le fascina realizar la “pérdida del alma”.

El poder de Niwan es tan grande que puede adoptar la forma de cualquier animal, de un hombre o de una mujer.

También puede convertirse en monstruo antropomorfo con cuernos y gran cola. Algunas veces, este ser diabólico aparece montado a caballo, tocado con un elegante sombrero y con espuelas de plata labrada en los pies.

Es polifacético y temible.

Niwan Pukuj cuenta con varios ayudantes, es justo decir que su preferido es Ch’in Pukuj, porque es el más malo.

A él se debe la desgracia de Isidro Domínguez, a quien C’hin le robó el alma en un alarde de maldad desenfrenada.

Sucedió que Isidro hizo una apuesta con sus amigotes. Querían saber si era tan hombrecito para caminar en la noche por los lares en donde se solía aparecer Niwan Pukuj; si acudía al lugar ganaría una botella de mezcal.

Dicho y hecho, por la noche Isidro fue al bosque donde se aparecía el demonio mayor y esperó. A las doce en punto se personificó Ch’in Pukuj como charro, ya que Niwan se encontraba algo deprimido y envío en su lugar a su ayudante favorito. Al verlo, Isidro trató de correr, pero fue inútil Ch’in le atrapó y le quitó el alma.

El joven anduvo varias semanas débil, sin apetito, terriblemente somnoliento, pálido y con muchos dolores de cabeza y fiebre; hasta que a la quinta semana murió, pues había perdido sus esencias vitales importantes.

Isidro ganó la apuesta, tuvo su botella de mezcal, pues acudió al lugar como acordado, pero salió perdiendo algo más trascendente y fundamental: su tonalli.

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