En la ciudad de Santa Cruz de Rosales, en el
Municipio de Rosales del estado de Chihuahua, cuya población no excede los seis
mil habitantes, existe una casa embrujada a la que el pueblo ha puesto el
nombre de La Casa del Ahorcado.
Una leyenda que corre de boca en boca, nos cuenta que en esta casa vivía un hombre muy rico con su esposa y sus cuatro hijas.
Este señor que contaba
con propiedades al por mayor que comprendían alguna que otra mina, estaba muy
asustado porque temía que los revolucionarios llegaran a apropiarse de sus
riquezas y de sus hijas.
Tanto era su miedo que
terminó ahorcándose, cobardemente, y dejando a su familia a su suerte.
Después de su muerte la
casa quedó abandonada con todo y los muebles tenía; dicha mansión aun existe
hasta nuestros días, pues curiosamente ha sido respetada por el tiempo y por
las personas.
Se dice de ella que es
una casa maldita, y que el que se atreve a entrar será por siempre acompañado
por el ahocado que le observara desde los espejos; es decir, siempre que el
transgresor se mire en un espejo, verá atrás de él el cadáver colgante del
ahorcado ricachón, que se balancea de un lado para otro terroríficamente.
La única forma de
librarse de esta maldición es entrar hasta el patio interior de la casa en
donde se encuentra el árbol donde se colgara el infortunado, agarrar la soga
con las dos manos y balancearla por cinco veces.
Solamente entonces la
maldición cesará.
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